Y sentí el vacío cuando supe que marchaba, decidí partir aunque se me partiese el alma,
me perdí a lo lejos dejando a quienes amaba, y lloré para mi cuando sentí todo perdido y comprendí entonces que la soledad mataba,
me di cuenta tarde de lo mucho que dolía, guardé silencio mientras los demás reían y observé miradas que veían igual que mis ojos, descubrí que no sólo yo sufría,
me enteré que no sólo yo extrañaba, animé a otros a creer en las sonrisas, y para suerte mía vi en mi rostro dibujada una sonrisa, y en mi cama dormía ahora ya tranquila, mis sueños eran más que fantasía,
y comprendí que la soledad puede ser tu amiga...
No hay comentarios:
Publicar un comentario